| Nota de contenido con formato |
Notas editoriales:<br/><br/>No hay razón.<br/>Algunos lectores profesionales se quejan a nosotros de los precios (que se cobran por los artículos, y nosotros creemos que en este momento no hay razón para hacerlo.<br/>En la actualidad, en plaza al menos, los señores revendedores, que en otras oportunidades son un poco despiadados para con los consumidores, están vendiendo las placas, películas y papeles al mismo precio que le cobran a ellos los importadores, reservándose solamente el desconsiderado cinco por ciento de caja.<br/>Esto, que se debe a maniobras comerciales un poco fuera de lo lógico, debe provocar una reacción muy cercana ya, pues no es posible que grandes establecimientos, y los pequeños también, puedan sostenerse mucho tiempo sin ganancias suficientes como para cubrir los gastos más esenciales. Pero entre tanto, nunca se pudo como ahora comprar más barato, ni en más liberales condiciones. No hay razón, entonces, lo repetimos, para quejarse -- <br/><br/>Una colaboración solicitada. <br/>Como de costumbre, el próximo número lo haremos extraordinario para festejar nuestro tercer año de vida. Queremos, también, como de costumbre, que ese número salga ilustrado lo mejor posible, para que él sea un exponente del arte nuestro, ya que gran parte del mayor tiraje que haremos se destina para, el extranjero. <br/>Como a nuestros lectores profesionales y aficionados está reservado la ilustración de este número extraordinario que preparamos, pedimos indistintamente, a unos y a otros, que nos manden buenas fotografías que del conjunto, nosotros seleccionaremos lo que creamos más apropiado para enorgullecer nuestras páginas.<br/>Las fotografías, como cualquier otra colaboración que quiera prestársenos para este esfuerzo, deben llegar a nuestro poder dentro de la primer semana del mes que comienza hoy.<br/>Y desde ya, agradecidos -- <br/><br/>Un éxito justificado. <br/>Correspondiendo a una queja nuestra, aparecida en estas mismas columnas, una de las fuertes importadoras de plaza ha bajado notablemente el precio de los objetivos de la marea que introduce (hasta cien pesos, en algunos tipos), poniendo así más al alcance del comprador estos instrumentos precisos que, por ser de primera necesidad, siempre se han vendido a precios disparatados, al punto que el artículo que ha motivado esta mejora razonable se escribió a. raíz de una pregunta sobre si los objetivos tenían brillantes en la montura.<br/>Este pequeño éxito que tenemos para agregar a los muchos conquistados defendiendo los intereses de los consumidores, tiene tanto más mérito, porque la casa que se ha hecho eco de nuestra queja es de primera magnitud, y una resolución tomada por ella tendrá forzosamente que ser imitada por las competidoras, lo que traerá en breve tiempo, una baja general en los precios de los objetivos.<br/>Por otra parte, ello puede servir de ejemplo a los demás importadores para cuando lean en nuestras columnas alguna queja que les concierne: cuando nosotros protestamos, es porque por nuestra pluma lo están haciendo una mayoría absoluta de los consumidores. Y ellos merecen ser atendidos |
